Este proceso incluye el registro diario de la asistencia, se realiza un seguimiento
constante para identificar ausencias y justificar inasistencias, facilitando la comunicación
con los padres. Además, se implementan protocolos de salida que garantizan que los estudiantes
sean entregados solo a personas autorizadas, evitando riesgos y afianzando lazos con los padres.